aquí sentada frente a mi ventana
De nuevo estoy pensando en ti, como muchas otras veces... generalmente no tienes rostro, y eso me confunde. Se que lo tienes, pero en realidad para mi es desconocido.
Por ahí debes de andar, tal vez cruzándote en mi camino y yo ni siquiera te noto. Tal vez me has rozado y yo indiferente he dejado pasar ese instante mágico absorbida por la rutina de cada uno de mis días.
No se en que camino transitas -oajlá y lo supiera-, no se que idioma hablas -pero quiero aprender a hablarlo-, no se que ropa usas, ni que zapatos calzas, pero te pienso... aún así, sin rostro todavía, sin una idea de como eres en realidad...
Si se que debes ser muy dulce, muy tierno, muy cariñoso y por eso no puedo dejar de pensar en ti. Tal vez ya te encontré y te dejé ir sin querer, por esos errores que cometemos en la vida, o tal vez ni siquiera te he mirado al cruzar una calle...
Lo que si se es que he de encontrarte, no se cuando, no se donde... pero lo haré. Dicen por ahí que los caminos de la vida son complicados, que la esperanza es lo último que se pierde, y que la fe mueve montañas. También se que mi vida es muy complicada, que tengo esperanza, y que mi fe está en entrenamiento constante, aquí y allá, con esto y con aquello, pero crece cada día, eso es lo principal a fin de cuentas creo yo.
Sea como sea te sigo esperando, date prisa en llegar! no porque te vaya a olvidar o perder la esperanza, o dejar de creer en ti, sino porque ya estoy ansiosa por conocerte, por abrazarte, por decirte tantas cosas, por compartir mis alegrías, por bañarte con mis lágrimas... por besarte en la frente cada noche al ir a dormir, y por despertarte con mil y un besos cada mañana.
Ya quiero verte, ya quiero encontrarte... ya quiero CONOCERTE... dónde estás?