Pocas veces en la vida se nos presentan segundas oportunidades, y más aún en situaciones que en realidad tiene relevancia. No me refiero a una segunda oportunidad de comprarnos un popi, o unos zapatos que queríamos, sino en cosas realmente pueden cambiar nuestra vida. Que nos pueden llevar a tomar un rumbo totalmente a el que hasta ahora hemos llevado.

Lo malo es que el miedo es un enemigo poderoso, y el temor a perder el tiempo, a desperdiciar dinero, o simplemente el temor a perder el lugarcito tibio y cómodo en el que hemos estado amoldados tanto tiempo, se interponen entre nosotros y nuestros sueños incompletos, o nuestro deseo de alcanzar algo pendiente que pospusimos por la razón que fuera...

Es difícil tomar decisiones si estas van a dar una giro a nuestra vida. Esta pequeña discusión mental nace del hecho de que estoy tomando la decisión de estudiar mi segunda carrera, y las opciones son Publicidad y Arquitectura. Cada una con lo suyo, y diferencias abismales entre ambas...

la referencia a la indecisión de parte de un corazón, cercano retumba en mis oídos...